
Buenos Aires, 20 de mayo de 2019
Sr. Presidente de INTA
Ing. Agrónomo Juan Balbin
S. / D
Me dirijo a Ud. en mi condición de Presidente del Núcleo Argentino de Antropología Rural, entidad cuya personería jurídica se detalla más arriba, y que agrupa a antropólogos y otros profesionales de las Ciencias Sociales interesados en profundizar el estudio de la problemática rural en todos sus aspectos. Al efecto hemos organizado hasta la fecha Seis Congresos Argentinos y Latinoamericanos de Antropología Rural, siendo la única institución en convocar especialistas hacia esa temática a nivel nacional y continental.
Desde el primer encuentro en Olavarría en 1985 hasta el último en Salta en 2016 contamos con el apoyo de ese Instituto, tanto en términos materiales como de participación de sus profesionales en esos cónclaves. Es más, el cuarto congreso realizado en Mar del Plata en 2009 fue propiciado por INTA que nos solicitó lo organizáramos. En ese sentido creemos que la colaboración NADAR-INTA fue la norma y sin vuestro aporte económico la actividad no hubiera podido realizarse.
Frente a eso nos sorprendió ingratamente el dictado de la Resolución -2019-326-APN-CD#INTA, que elimina (de facto y de manera implícita) a los Institutos de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar de las Regiones NEA, CUYO y PATAGONIA; como así también suprime los Institutos de Economía, el instituto de Estudios Sociales y el Instituto de Prospectiva y Políticas Públicas del INTA. Tales medidas despertaron inquietud y repudio tanto en las representaciones gremiales del personal de INTA como en entidades de productores agropecuarios como la Federación Agraria Argentina. Se eliminaron así seis institutos tres de los cuales contaban con su propio consejo asesor que nunca fue oído. Y tampoco fue oído el Consejo del CIPAF. Ni los Consejos de Centro Regional Regional. Tampoco los Consejos Locales Asesores de Experimental.
Desde el ángulo investigativo la medida alarma también al Foro de Universidades para la Agricultura Familiar para la región pampeana, puesto quepone en riesgo el aporte imprescindible del INTA a la generación de conocimiento y tecnologías orientadas a diferentes sectores sociales de la producción agropecuaria. Se debilitan las líneas de trabajo orientadas a la agricultura familiar y se desconoce la compleja red de vínculos interinstitucionales construida a lo largo de mas de una década, como resultado del esfuerzo colectivo de técnicos, productores, organizaciones sociales, universidades y establecimientos educativos de todos los niveles, red de la cual el citado Foro participa desde hace diez años.
La citada resolución parece encuadrarse en el contexto general de ajuste del sistema público de ciencia y tecnología, que se manifiesta tanto en recortes presupuestarios como en el debilitamiento de las capacidades instaladas y la limitación de sus posibilidades de crecimiento a futuro. Ejemplo de ello son las situaciones críticas que atraviesan organismos como el INTI, el CONICET, la CNEA y el propio INTA, debido a la expulsión o no incorporación de recursos humanos formados, y la falta de mantenimiento y desarrollo de las infraestructuras necesarias para sostener la labor de investigación y extensión. En ese sentido nos adherimos a las declaraciones realizadas por diferentes organizaciones gremiales de las/los trabajadoras/es del INTA, el Consejo del CIPAF, los demás Foros de Universidades para la Agricultura Familiar, AAER, AUDEAS y diversas Universidades Nacionales.
Como entidad profesional que agrupa a investigadores en ciencias sociales dedicados en especial a analizar los problemas que aquejan en general a los agricultores familiares, en tanto somos organizadores de congresos de la especialidad de alcance continental, donde la intervención y apoyo de INTA siempre fue fundamental, manifestamos también nuestra preocupación frente a lo que parece una nueva acometida sobre el sector científico-tecnológico de nuestro país desatada esta vez sobre un Instituto ejemplar en la materia, al parecer en aras de un ajuste presupuestario negativo para el desarrollo de los estudios nacionales sobre el campo. Todo indica, además, que la resolución aludida deja de lado explícitas normas legales que asegurarían el normal funcionamiento de la entidad, lo que implicaría desplazar a personal calificado en la tarea de apoyo a los productores argentinos y cuyas investigaciones quedarían desautorizadas por una norma de alcance menor en desmedro de una honrosa tradición que caracterizaba al INTA desde su creación.
En consecuencia y por los considerandos arriba expuestos solicitamos se deje sin efecto la Resolución -2019-326-APN-CD#INTA y se rehabiliten los lugares de trabajo de los colegas insertados en INTA, retomando la tradición de colaboración y aportes mutuos establecidos con nosotros a lo largo de más de 30 años.
Con la más alta consideración.
Hugo E. RATIER
Presidente NADAR