
Entrevistado en InterCambio el antropólogo Octavio Nadal, investigador del Museo de la Memoria, habló de la labor investigativa y arqueológica que se realiza en el país como parte de la lucha contra el Terrorismo de Estado, por la construcción de Memoria y la lucha por Verdad y Justicia.
La participación de Nadal en este centro se desarrolló “entre 2005 y 2015” y como parte “del Grupo de Investigación en Arqueología Forense”, cuya minuciosa labor “fue un tipo de investigación inusual” para esta área de producción de conocimiento en nuestro país, explicó.
Precisó que “este tipo de trabajo se realiza siempre a partir de una hipótesis, de una pregunta” y la primera que se utilizó como punto de partida para “el trabajo arqueológico” sobre restos de asesinados desaparecidos fue el informe “de Díaz-Barneix” entregado por el Ejército al Presidente de la República, Tabaré Vázquez, en su primer mandato.
Señaló al respecto que “la información relativa a este tipo de actividades clandestinas no es fácil de extraer”.
Lamentó que “toda esa inercia” generada por el ocultamiento de información y la transición política desarrollada en el país sobre esa base, “también recae sobre el trabajo de investigación” antropológica y arqueológica.
Puntualizó que “en términos generales en Uruguay los hallazgos se han producido en unidades militares” así como “en predios” vinculados directamente a éstas. Al mismo tiempo, sucede que “este tipo de investigación no satisface jamás las expectativas de los familiares”, algo que es totalmente “comprensible”.
Explicó que “la idea de hallazgo” se relaciona “no solo” a restos de “cuerpos” de personas asesinadas y ocultadas sino también “a producción de evidencia”, tanto positiva al encontrar restos óseos como negativa al desmontar “un relato falso” elaborado para despistar, por ejemplo.
Después el entrevistado explicó algunas de las líneas de interpretación e investigación del trabajo arqueológico en esta materia y refirió a aspectos metodológicos involucrados en la labor.
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