La extrema severidad de las condiciones de sequía durante la desaparición de la civilización maya hace unos mil años ha sido cuantificada, solventando un viejo misterio del mundo antiguo. Investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad de Florida desarrollaron un método para medir los isótopos del agua atrapada en el yeso, un mineral que se forma en tiempos de sequía cuando se baja el nivel del agua.
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