El Salvador: Indígenas aún en la penumbra

elsalvador.com.- Antropólogos y grupos indígenas cuestionan el resultado del Censo de Población 2007, según el cual sólo el 0.2% de los salvadoreños descienden de los pueblos originarios. De acuerdo con este resultado, la sociedad salvadoreña es culturalmente homogénea, hecho que los estudiosos del tema califican como «falso».

Recelo y duda son las reacciones de integrantes de organizaciones indígenas y antropólogos consultados por El Diario de Hoy ante los resultados del Censo de Población 2007. Según el estudio demográfico, sólo 11,488 salvadoreños declararon pertenecer a grupos indígenas, mientras 4.9 millones se declararon mestizos, cuando se les preguntó al respecto.

Para el coordinador de la Licenciatura en Antropología Cultural de la Universidad de El Salvador, Carlos Benjamín Lara, este dato es erróneo y es el resultado de no haber formulado la pregunta correspondiente de forma adecuada. Licenciado en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en México y con una maestría en antropología cultural de la Universidad de Calgary, Canadá, Carlos Benjamín Lara participó en las reuniones que convocó Concultura para elaborar la pregunta. Además de Lara, en las reuniones intervinieron la también antropóloga y catedrática Concepción Clara de Guevara, representantes de organizaciones indígenas y autoridades gubernamentales.

Carlos Benjamín Lara recuerda que la pregunta propuesta por ese grupo se leía más o menos así: «De acuerdo a sus tradiciones, su cultura, sus ancestros. ¿Usted se considera indígena? Sí o No».

Si la respuesta era positiva debía responderse más o menos lo siguiente: «¿En qué etnia (se ubica)?… Nahua, lenca, cacaopera, maya… otras». Luego se preguntaba «De acuerdo a sus tradiciones, cultura y ancestros, usted se considera: negro, mestizo, blanco…», etcétera.

Lara considera que de haberse hecho las preguntas tal y como se habían propuesto, estas se habrían ubicado dentro de una perspectiva étnica, en el sentido que los antropólogos dan a este término, es decir, como una tradición sociocultural.

Pero, por motivos que Lara ignora, el formulario del censo no tomó en cuenta las preguntas sugeridas, si no que las sustituyó por otra que pedía a las personas adscribirse a una «raza» y las opciones a responder eran: «blanco, mestizo, indígena, negro, otro».

Esta pregunta incluso motivó a un grupo de descendientes de los pueblos originarios a presentar una demanda contra la ministra de Economía y el director de la Digestyc ante la Corte Suprema de Justicia.

La querella argumenta que la pregunta incluida en el Censo 2007 se formuló en términos de raza, adquiriendo un carácter discriminatorio contra etnias que desde la antropología se identifican por sus características socioculturales.

El documento, presentado ante la CSJ en junio del año pasado, advirtió: «Debido a la pregunta mal formulada, el censo adolecerá de un subregistro con lo cual, se estará negando la existencia de dichos pueblos».

Error de principianteSi te toma en cuenta que desde el Censo de 1930, esta es la primera vez que se intenta saber con exactitud cuántos descendientes de los pueblos originarios integran la población salvadoreña, el desliz cometido por la Digestyc no le extraña al profesor titular de Lenguas Extranjeras y Humanidades en el Tecnológico de Nuevo México (NMT), Rafael Lara Martínez, hermano de Carlos Benjamín Lara. Este antropólogo afirma: «La respuesta (a la pregunta formulada) la modula una política cultural que sólo valoriza lo indígena como objeto arqueológico difunto o como objeto folclórico sujeto al turismo».

Rafael Lara Martínez estima que, fuera de lo anterior, cualquier otra manifestación indigenista es objeto de discriminación. Y por esa misma razón, declararse indígena no posee el mismo valor social que declararse blanco o mestizo.

Lo anterior explicaría el hecho de que el 86.3% (4.9 millones) de los salvadoreños haya preferido declararse mestizo y no indígena.

Este resultado, en palabras de Rafael Lara Martínez: «Implica una visión falsa de la composición étnica del país». Que sólo el 0.2% de la población se haya declarado indígena reafirma «el mito de la homogeneidad sociocultural del país… decir que todos somos mestizos y que todos tenemos la misma cultura es definitivamente falso», concluye.

En tanto, el antropólogo y director del Museo Universitario de Antropología de la Universidad Tecnológica, Ramón Rivas, también desestima los resultados del censo porque duda de la metodología que utilizaron para definir quién es indígena y quién no.

No obstante, Rivas tiene una solicitud para la Digestyc: «Incluyen una población negra (5,744 personas). Quisiera que me llevaran a conocer esa comunidad», pues cree conocer muy bien el país y afirma que los únicos negros llegados aquí durante la colonia «se fusionaron muy pronto entre el mosaico de pueblos que aquí ya existían».

Rivas también cuestiona el hecho que los resultados del censo afirmen que en el país hay 1,734 descendientes de lencas. El director del MUA señala: «He recorrido Honduras y estudio los lencas por más de 15 años, he visitado cerca de 93 comunidades y no he encontrado un tan solo lenca, que hable la lengua».

Cuestionado o no, el censo lanza a las autoridades el reto de sacar a las comunidades indígenas de la penumbra. Antropólogos e indígenas esperan ser tomados en cuenta para ese reto de país.